- Presentado por
- RDJ
- Obtener precios de venta al por mayor
- ¡Más del 20% de descuento para ti!
- Envío gratuito en pedidos a partir de 125€ o más. Consultar condiciones de envío.
¿Deseas abandonar esta página para acceder al sitio corporativo 4life.com?
¿Deseas abandonar esta página para acceder al sitio corporativo 4life.com?
Escrito por: 4Life Research
Fecha de publicación: Febrero 2024
¿Te has preguntado alguna vez qué es lo que hace que dos personas se sientan atraídas? ¿Cuál fue la «chispa» que hizo que te enamoraras?
A la hora de buscar pareja, son muchas las cosas que determinan nuestra decisión. El aspecto, la personalidad, la afinidad o incluso el sentido del humor pueden ser factores que nos lleguen al corazón. ¿Pero sabías que una de las cosas que contribuyen a que sientas atracción por otra persona puede ser su olor? Ese olor especial podría ser incluso un indicador de vuestra inmunocompatibilidad.
Los animales escogen a sus parejas a partir de los olores determinados por los genes del complejo principal de histocompatibilidad MHC. Y los seres humanos tenemos nuestro ADN único con genes MHC que podrían desempeñar una función en el amor a primer olfato.
Pero vayamos despacio: en primer lugar, ¿qué son los genes del complejo principal de histocompatibilidad (MHC)?
Según el National Institute of Health, los genes del complejo principal de histocompatibilidad (MHC) son como un conjunto de instrucciones genéticas del cuerpo. Contienen la información para producir proteínas que juegan un papel fundamental para que las células T reconozcan los antígenos, algo que resulta básico para nuestro sistema inmunitario.
Las células T, que son las defensoras de nuestro sistema inmunitario, reconocen los antígenos a partir de variaciones específicas de estas proteínas MHC.
Esta especificidad garantiza que las células T solo responderán ante los objetivos correctos y no otros, un comportamiento que se conoce como restricción MHC.
En 1995, un investigador llamado Claus Wedekind llevó a cabo el famoso estudio de la «camiseta sudada», en el que participaron 49 mujeres y 44 hombres.
Wedekind dio a cada hombre una camiseta limpia para que se la pusiera dos noches para dormir. Con las camisetas impregnadas con el sudor (y los olores) de los sujetos masculinos, estas se pusieron en cajas con un agujero.
Después, las mujeres recibieron estas cajas con las camisetas para que las olieran y clasificaran los olores según sus preferencias.
Los investigadores habían analizado el ADN de todos los hombres y mujeres participantes para determinar qué genes MHC estaban presentes. En general, las mujeres preferían el olor de los hombres con genes MHC diferentes de los suyos.
Este estudio, replicado en 2005, desentrañó el misterio y demostró que los genes MHC diferentes parecen atraerse.
¿Pero por qué este conjunto de genes concreto es tan importante?
Vamos a desmitificar el papel de los genes MHC en la creación de un sistema inmunitario robusto.
Imagínate las moléculas MHC como si fueran minúsculas banderas en tus células que hacen señales a tu sistema inmunitario para que distinga entre lo que es sano y lo que representa una amenaza.
Si la célula es nociva, estas banderas facilitan información al sistema inmunitario para que intente luchar contra el problema.
¿Por qué es importante? Los diferentes genes MHC mejoran la capacidad del cuerpo para luchar contra diversas amenazas para la salud, lo cual resulta en un sistema inmunitario más sano. La diversidad de los genes MHC entre los miembros de una pareja genéticamente dispares aporta un rango más amplio de defensas inmunitarias a la descendencia, lo cual nos remite a las ventajas de supervivencia de nuestros ancestros.
Así pues, en esencia, el MHC sería una herramienta versátil presente en la caja de herramientas del sistema inmunitario, que garantiza que nuestros cuerpos puedan reconocer un gran número de invasores y luchar contra ellos.
Ahora ya sabes que en la danza de la atracción participan más factores que los que puedan parecer a simple vista, u olfato. Más allá de lo atractivos que puedan ser los olores, los genes MHC influyen en el desarrollo de un sistema inmunitario resiliente.
Nuestros ancestros buscaban a parejas genéticamente dispares en su lucha por sobrevivir, y actualmente nosotros hemos heredado una afinidad por la parejas con olores que nos resultan seductores.
Así pues, la siguiente vez que percibas el perfume natural de alguien, recuerda que se trata de algo más que simple química: es tu sistema inmunitario que da su sutil aprobación. Y, evidentemente, esta no es más que una de las maneras en las que el sistema inmunitario influye en todos los aspectos de tu vida.
Estás intentando acceder a una página de MyShop. Por favor, cierra la sesión para poder acceder a esta página web.