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Fecha de publicación: julio de 2024
El mindfulness es una antigua práctica budista que puede mejorar el bienestar físico y emocional y el sistema inmunitario, así como alargar la vida.
Jon Kabat-Zinn, uno de los profesores de meditación que se esfuerza por llevar las prácticas del mindfulness a la cultura occidental, lo describe como «prestar atención de una manera particular: intencionada, en el momento presente y sin juzgar». 1
El mindfulness se puede practicar en numerosas situaciones; por ejemplo, durante una comida, un paseo por la naturaleza o la meditación.
La meditación es una dosis concentrada de mindfulness. Consiste en encontrar la quietud (con frecuencia, sentado) y observar la mente. Se trata, como hemos dicho, de prestar atención a lo que surja, sin juzgar.
Como parte de una rutina habitual, la meditación se convierte en un proceso de cultivo del mindfulness a diario a través de una práctica intencionada y constante. Los estudios sobre los efectos de la práctica habitual de la meditación han demostrado que está relacionada con numerosos beneficios para la salud, como una disminución del estrés percibido, una mejor calidad del sueño, una mayor concentración y un mejor estado de ánimo.2
Las prácticas de mindfulness ofrecen muchos beneficios cognitivos, pero los investigadores también se preguntan por los posibles efectos de las intervenciones de meditación en importantes marcadores biológicos de salud, como el recuento de células inmunitarias y la respuesta de anticuerpos. Los estudios sugieren que la práctica de la meditación mindfulness puede fortalecer el sistema inmunitario, proporcionando una mayor protección contra las infecciones.3
En un estudio clínico publicado en Psychosomatic Medicine, se observó que incluso un breve programa de meditación mindfulness de ocho semanas de duración produjo beneficios demostrables en la función cerebral e inmunitaria en comparación con el grupo de control. 3
En una revisión sistemática de 20 ensayos controlados aleatorizados, los investigadores observaron posibles efectos positivos de la meditación mindfulness sobre marcadores específicos de inflamación, inmunidad mediada por células y envejecimiento biológico.4
Aunque es necesario realizar más estudios para identificar los procesos biológicos involucrados, estos hallazgos sugieren que la meditación mindfulness puede ayudar a regular el sistema nervioso, disminuyendo así los desequilibrios de las hormonas del estrés asociados con la inflamación, además de mejorar las condiciones de la función inmunitaria.
Los estudios siguen proporcionando datos sobre los beneficios de la meditación para la salud y el bienestar. Por suerte, es algo que puedes practicar por tu cuenta.
Busca un lugar cómodo donde puedas sentarte, sin distracciones.
La estimulación visual puede suponer una distracción para la mente, por lo que mucha gente medita con los ojos cerrados. Sin embargo, si prefieres tener los ojos abiertos, suaviza la mirada y elige un punto de enfoque, como las vistas del exterior a través de la ventana o la llama de una vela.
Al centrarte en la respiración desde el primer momento, puedes vincular la práctica a una experiencia sensorial a la que puedes acceder en cualquier momento. Además, una vez que te sumerges en la experiencia, es normal que la respiración se vuelva más lenta y profunda, lo que puede ayudar a relajar la mente y el cuerpo.
Fíjate en la sensación que produce cada inspiración y expiración mientras respiras entre cinco y diez veces.
El objetivo de la meditación no consiste en dejar de pensar, ya que los pensamientos nunca van a cesar, por mucho tiempo que lleves practicando la meditación. El objetivo consiste en observar los pensamientos y practicar la introspección.
Durante la meditación, podrías considerarte un investigador curioso, lo que quizás te permita separarte de cualquier juicio sobre los pensamientos que surjan en tu mente. Imaginarte que la mente es el cielo y los pensamientos son las nubes que van pasando es otra técnica que puede ayudarte a asumir el papel de un observador.
Cuando adviertas un pensamiento, concéntrate en la próxima inspiración y expiración para dejarlo pasar. Cada vez que surja un pensamiento, vuelve a centrarte en la respiración hasta que hayas alcanzado la duración deseada de la meditación.
Conclusión
La práctica de la meditación es simple, pero puede resultar difícil. Sentarte en silencio y observar tus pensamientos es algo que puede producir nerviosismo si no estás acostumbrado a hacer una pausa. A través de la práctica habitual, la meditación puede convertirse en una manera de tomarse un respiro y mejorar el auto-conocimiento.
Los estudios sobre los efectos positivos para la salud de la meditación son prometedores, y el resultado más inmediato de entrenar la mente y el cuerpo para que estén presentes, de modo que puedas apreciar plenamente los momentos significativos de tu vida cotidiana, sea quizás razón suficiente para adoptar esta antigua práctica en tu rutina diaria.
Fuentes (en inglés)
1. Kabat-Zinn, J. 1994. Wherever You Go, There You Are (Donde quiera que vayas, ahí estás). Hyperion.
2. The Effects of Mindfulness Meditation: A Meta-Analysis Mindfulness (Los efectos de la meditación mindfulness: un metaanálisis del mindfulness)
3. Alterations in Brain and Immune Function Produced by Mindfulness Meditation (Alteraciones en la función cerebral e inmunitaria producidas por la meditación mindfulness)
4. Mindfulness meditation and the immune system: a systematic review of randomized controlled trials (La meditación mindfulness y el sistema inmunitario: revisión sistemática de ensayos controlados aleatorizados)
* Los productos de 4Life no tienen el objeto de diagnosticar, tratar, curar ni prevenir ninguna enfermedad.
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